Hebreos, Islamistas y Cristianos |
escrito por Andrés López | |
Hace ya varios siglos que se rompio el equilibrio existente entre estas tres Culturas en ciudades tan representativas como Toledo, Córdoba o Granada. Cuando uno visita cualquiera de estas tres ciudades todavía está presente el influjo de las tres Culturas en sus edificios, monumentos e incluso en sus gentes y costumbres. “Oh Cristo mío, que podáis acoger al Cristiano, al Judío y al Musulmán, puesto que su fe se dirige a Dios” Alfonso X, “El Sabio” “No hay motivo que justifique las Guerras Religiosas. Es absurdo calificar a otros de infieles, herejes y paganos por el simple hecho de no pertenecer a nuestra religión.” Samael Aun Weor Esto ocurre cuando se visita Córdoba, con el embrujo de su mezquita, su judería y su Alcázar de los Reyes Cristianos. En esta ciudad todo, o casi todo, está impregnado por su pasada historia y a poco que la imaginación vuele, nos traslada a una Córdoba donde los espíritus preclaros de Averroes, Moimóni-des o Alfonso X, aconsejaban una convivencia y un respeto mutuo hacia las tres culturas que llenaban el orbe; y uno no puede dejar de pensar en lo disparatadas que han quedado esas relaciones en el mundo actual, según los criterios y formas de vida que preconizaban tan insignes pensadores. El río Guadalquivir arropa la ciudad dejando a un lado, prácticamente, todo el casco urbano, y al otro lado se extiende el Campo de la Verdad, donde se yergue altanera la Torre de Cala-horra, torre de defensa de la ciudad en otros tiempos, siendo en la actualidad un Museo dedicado a las 3 Culturas, en donde se recorren con extraordinario bien hacer el panorama ético y filosófico donde se sustentaba el susodicho equilibrio cultural. Podemos deleitarnos en este Museo Interactivo cómo Averroes nos habla a través del tiempo, y como si fuésemos alumnos privilegiados del maestro, éste nos dice: “Siempre me pedís que os explique lo que ha dicho Aristóteles sobre el saber de las cosas terrenales, pero nunca me preguntáis por las cuestiones últimas: ¿De dónde venimos?, ¿a dónde vamos?, la Creación y, sobre todo, la finalidad y el sentido de la vida”... “Hoy, como siempre, nuestra filosofía no serviría de nada si no supiéramos en lazar estas tres cosas, que yo he tratado de unir en mi libro “La Armonía entre Ciencia y Religión”... “Una Ciencia, fundada en la experiencia y en la lógica, necesaria para descubrir las causas de los fenómenos”... “Una Sabiduría, que reflexione sobre los fines de toda búsqueda científica, para que esta contribuya a hacer nuestra vida más hermosa”... “Y una Revelación, la de nuestro Corán. Ya que únicamente mediante la Revelación, podremos conocer los fines últimos de nuestra vida y nuestra historia”... “Las mujeres me preguntan: ¿Y qué para nosotras?”... “Las mujeres tienen los mismos fines últimos que los hombres: el Corán no distingue más que entre aquellos hombres y mujeres que buscan la Ley de Dios y aquellos que no se preocupan de ella. No hay ninguna otra jerarquía entre los seres humanos. Sin embargo vosotros, los hombres, consideráis a las mujeres como plantas a las que no se las busca más que por sus frutos, para la procreación; las convertís en cosa aparte, en sirvientas. Estas son vuestras costumbres y no tienen nada que ver con el Islam”... “Me preguntáis también por lo Reyes de la tierra y yo os digo que, el Profeta nos ha enseñado que no hay guerra más santa que decir la verdad a un dirigente injusto. El tirano es el más esclavo de los hombres, es entregado a sus pasiones por sus mismos cortesanos y a sus terrores por miedo a su propio pueblo”... “¿Cuál será entonces la mejor sociedad?, me preguntáis. Aquélla en la que se dé a cada mujer, cada niño, y cada hombre, los medios para desarrollar todas las posibilidades que Dios le ha dado”... “¿Cuáles serán las condiciones de una sociedad así? Una sociedad así será libre y, por tanto, agradables a Dios; cuando nadie actúe en ella ni por temor al Príncipe, ni por temor al Infierno, ni por deseo de una recompensa cortesana, ni del Paraíso”... “Comprendamos esto, ya que es una enseñanza frecuente en el Corán, el que hay que hacer el esfuerzo de reflexionar uno por mismo..., Dios ha insuflado en el hombre su Espíritu, ¡hagámoslo vivir de verdad en cada hombre!”... Maimónides (1135-1204) asiste atento a los dictámenes de estos postulados de Averroes (conocido también como Ibn Rush) y añade: “Si para Ibn Rush, el Libro Santo no es nuestra Torah, sino el Corán, los dos estamos de acuerdo en las relaciones que existen entre “Razón y Revelación”. Ambas son manifestaciones de la única Verdad Divina. Sólo habrá contradicción si nos atenemos a una lectura literal de las escrituras, olvidando su significación eterna”... “Yo he dado en mi «Guía para los Perplejos” las reglas de esta lectura alegórica, que tiene en cuenta los datos de la historia”... Estos Principios Eternos, mi experiencia como jurista me ha enseñado que sólo de reducen a cuatro. Y así los encontraréis en mi comentario a la Mishna, nuestra tradición Judía”... “PRIMERO: El individuo solamente puede desarrollarse en una sociedad sana, en la que los deberes se consideren antes que los derechos”... “SEGUNDO: La finalidad de toda sociedad fiel a Dios, debe ser el desarrollo del hombre, no de la riqueza. El hombre progresa cuando desarrolla el razonamiento en toda su plenitud, un razonamiento que tiene conciencia de sus límites y postulados. La Razón así practicada testimonia la presencia de Dios en el hombre”... “TERCERO: La razón del hombre no es más que una participación en la Razón de Dios que nos sobrepasa infinitamente. Y sólo puede hacerse efectiva si aceptamos y acogemos la profecía bíblica. Y”... “CUARTO:Cada nuevo ciclo de la historia sólo comienza cuando un profeta, como Moisés, desciende hasta el pueblo para proponerle nuevas leyes”... “¿Por qué estos vanos pensamientos entre los pueblos? ¿Por qué los reyes de la Tierra se sublevan contra el Eterno y contra su Ungido.Rompamos sus ligadura, librémonos de sus cadenas”... El espíritu del rey Alfonso X, “El Sabio” (1221-1284), escucha en silente espera a estos dos grandes Sabios y acabada su enseñanza no puede por más que expresar: “No soy más que la sombra de un rey al que se llamaba en otro tiempo “Alfonso X, El Sabio”, pero el Papa y mis propios vasallos me depusieron en 1282. Quizás mis sueños tenían demasiada grandeza para aquel siglo. Sin embargo, estábamos al borde de un gran despertar. Yo había tenido la suerte, en mi juventud, de ser educado en Toledo, donde el Obispo Raimundo y sus Traductores Cristianos y Judíos me habían iniciado en la Cultura del Islam. Hice traducir al latín el Corán y el Talmud”... “Ved lo que fue el acto glorioso de mi reinado: Crear en Murcia, con el filósofo Mohammed Al-Riquti, la primera escuela del mundo donde eran instruidos, a la vez, Cristianos, Judíos y Musulmanes”... “En Sevilla exigí que se enseñasen las dos lenguas de cultura de mi tiempo: El Arabe y el Latín”... “En una de mis cantigas así expreso este íntimo deseo:” “Oh Cristo mío, que podáis acoger al Cristiano, al Judío y al Musulmán, puesto que su fe se dirige a Dios”... “En mis leyes, al igual que en mis oraciones, jamás olvide que los incrédulos son de la misma sangre y naturaleza que nosotros”... “Mis juristas pueden con orgullo leeros mis códigos:” “Dado que la Sinagoga es casa donde se glorifica el nombre del Señor, impidamos que ningún Cristiano tenga la audacia de destruirla ni de llevarse nada de ella, ni de tomar osa alguna por la fuerza”... “Y con respecto a los Musulmanes:” “Dejad a éstos vivir entre los Cristianos conservando su fe y no insultando la nuestra”... “Sí, en mi reinado, mediante el esfuerzo sabio de nuestras tres Religiones, nuestra España del Siglo XIII convocaba a toda Europa a un auténtico renacimiento, el que podía hacerse no contra Dios, sino con Dios”... Cuando escuchamos tanta y tan abundante Sabiduría en cada una de las 3 Culturas, uno no puede imaginar dónde ha quedado ésta cuando la intolerancia se manifiesta día a día y es objeto de noticia diaria; cuando el choque cultural es rumor de sangre y fuego y las diferencias, en lugar de acortarse por los múltiples sistemas que hay hoy en día de comunicación y diálogo, se agrandan y separan como si de la noche y el día se trataran. Mas estamos esperanzados, en que toda esta sinrazón y sufrimiento sirvan para pulir y engrandecer la “sagrada piedra” que deberá engarzarse en el luminoso hilo de la Divinidad, y podamos un día, ojalá no muy lejano, entonar el canto de Ibn Al'Arabi, todos a coro, todos unidos: “Mi corazón se ha hecho capaz de revestir todas las formas, es pradera para las gacelas y convento para el cristiano, templo para los ídolos y peregrino hacia la Kaaba, las tablas de la Torah y el libro del Corán. MI religión es la del Amor, donde quiera se encamine la caravana del Amor, allí van mi corazón y mi fe.” Abandonamos Córdoba teniendo la sensación de haber estado en el pórtico de la Universidad Cósmica, pues sus piedras, su cultura, su historia, su belleza, nos recrean con obras que trascienden la superficialidad humana y nos hacen pensar y sentir; y como viajeros universales acudimos a la llamada. Llamada que todo hombre retrasa día tras día, pero que paradójicamente y como si de sus sombra se tratase, no puede apartarse de ella. Esta llamada es el enfrentamiento consigo mismo, la mirada interior, la asignatura pendiente que cada individuo tiene como encrucijada íntima. Y en un acto de responsabilidad máxima nos decimos con gran estruendo hacia nuestro interior: ¡No más huidas! Si el Gólgota es nuestro destino que se haga según su voluntad... Comentarios (0)
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