La vida del Buddha |
escrito por Editor VOPUS | ||||||
Siddharta Gautama el BUDDHA, fue un príncipe que renunció a su trono por ir en búsqueda de la verdad. La historia de los 80 años de BUDDHA sobre la Tierra constituye uno de los más notables acontecimientos en la historia de la humanidad. Su propia vida es el camino a seguir para todo aquél que se esfuerza por descubrir la fuerza de la creación y liberarse de todo sufrimiento. Todo, Absolutamente todo en su vida tiene un profundo significado. El mismo nombre de BUDDHA quiere decir: «El despierto, El Iluminado». Nació en el siglo VI a.C., contemporáneo de Sócrates, Confucio y Deutero Isaías (gran influyente en el cristianismo postrero). La aparición casi simultánea de estos grandes hombres nos indicaun realce en el Espíritu de la humanidad en aquella época. A Siddharta Gautama, como hombre, hace tiempo que le esperaban. Dicen las tradiciones de cada 2.500 años aproximadamente, ha de venir un Buddha a la Tierra para hacer girar la rueda del Dharma o la Ley, y así los hombres buscadores de la verdad, pueden tener una nueva oportunidad para alcanzar la liberación. De por sí, el nacimiento del Buddha, está descrito en una simbología muy afín al del gran kabir Jesús, Maestro de Maestros. Cuenta la leyenda que su Madre Maya, (que también significa en sánscrito «Ilusión» o también el «Universo Manifestado»); pasaba una temporada de abstinencia y castidad en el Palacio del Reino de Kapilavastu, en el norte de la India. Cuando una mañana, la somnolencia le venció, no pudiendo evitar tumbarse en la cama real de su Cámara. Y empezó a tener un sueño muy especial: La Reina Maya soñó que los cuatro reyes celestiales, los señores de las cuatro direcciones del Mundo de la Tusita, la Tierra de la felicidad, la levantaba junto con la cama, transportándola por encima de la cadena del Himalaya, llegando a un punto más allá de las altas cumbres, la dejaron bajo un árbol, haciéndose a un lado respetuosamente. Llegaron las esposas de los cuatro Reyes y la bañaron cuidadosamente, purificándola de toda mancha humana llevándola a una cama divina con el cabezal hacia el Este. En el horizonte empezó a brillar una estrella con esplendor sobre natural descendiendo y acercándose donde estaba Maya. Cuando tomó tierra la estrella, se transformó en un Elefante Blanco que aproximándose cogió con su trompa un loto blanco y al ponerlo sobre el costado de la Reina, desapareció introduciéndose en el útero. En ese momento el Bodhisattva de compasión entró en el cuerpo de su madre. La Reina Maya despertó y, con gran agitación le contó su sueño a su esposo el Rey Suddhodana. Ésta a su vez preguntó a los Brahmanes si el sueño era de bueno o de mal augurio. Los sacerdotes le anunciaron que vendría a su familia un gran Ser. Alguien que sería o un gran Rey o un Buddha. Hemos de saber aquí, que el reino de Kapilavastu era más bien pequeño y débil militarmente, y estaba continuamente amenazado de absorción por otro reino más poderoso. Así pues, ante la idea de que su hijo conseguiría solidificar y expansionar su reinado, a partir de entonces cuidó mucho de educar a su hijo en las artes guerreras y de palacio. Después de siete días de haber nacido Gautama, Maya, su madre murió. Aquí hay varias explicaciones, una de ellas dicen los Brahmanes que las madres de Buddhas mueren siempre después de haber tenido a sus ilustres hijos pues el vientre que ha estado ocupado por un Bodhisattva en su último nacimiento es como el santuario de un templo y no puede ser ocupado. Otra explicación mucho más profunda es que al nacer el Buddha, se repliega y desaparece el Universo Manifestado (o Maya). Conforme pasaron los años, el Príncipe Siddharta, además de estudiar los quehaceres de un futuro Rey, se entregaba cada vez más a los pensamientos profundos, complaciéndose en la Soledad y en la Meditación. Pero el Rey Suddhodana, deseando que su hijo fuera un digno sucesor suyo, hacía lo posible para que no se planteara las cuestiones que le harían tomar el camino de la Renunciación: ¿Por qué existe la enfermedad? ¿Por qué morimos y por qué envejecemos? En la India como en el mundo oriental en general, antiguamente tenían una costumbre que a los hombres, cuando cumplían una determinada edad, lo que ahora se llamaría la jubilación, les llevaban a un retiro al bosque y meditaban sobre su propia vida, después de haber pasado por una etapa de aprendizaje y otra de familia y trabajo. Por lo general, el primer período, el de estudio comenzaba a los siete años y duraba hasta los veinte años; luego se iniciaba una segunda fase, la más larga de todas, que duraba treinta años y la dedicaban a la familia, a los hijos y a los negocios, cumpliendo con todo ello como un buen jefe de familia. Una vez cumpliendo esos deberes como cabeza de familia y después de haber engendrado un heredero que ocupara su lugar, tenían la libertad de retirarse a vivir en el bosque, reflexionando con calma sobre los cincuenta años anteriores, alcanzando plena madurez filosófica. Después de haber completado ese período de ascetismo y práctica religiosa, salía del bosque y pasaba la última parte de su vida errando de un lugar a otro, mendigando y dependiendo únicamente de limosnas para su subsistencia. La historia nos cuenta que Sakyamuni pasó muy rápidamente por esas cuatro etapas, tan grande era su anhelo de encontrar la Fuente, el Origen del Universo. A los 16 años se casó con Yosodhara engendrando un hijo: Rahula (que quiere decir: «Impedimento»). Este fue un acontecimiento de gran importancia, pues, Siddharta tenía un heredero para continuar la línea de sucesión al trono, de suerte él mismo quedaba libre para renunciar a sus derechos y abrazar la vida religiosa. LA GRAN PARTIDALa tradición nos ofrece cuatro encuentros como razones que determinaron a Siddhartaa abandonar su hogarpalaciego para dedicarse a la vida religiosa. De acuerdo con los antiguos relatos, Sakyamuni pasaba la mayor parte del tiempo confinado en el Palacio Real, protegido por su padre para que no viera ni conociera las desgracias de la vida. Pero en cuatro ocasiones consiguió traspasar las puertas del palacio en compañía de su cochero. Una vez encontró delante del carro un anciano, otra vez un enfermo y la tercera vez vio un cadáver. Al final reparó en un hombre con la cabeza rapaday ojos serenos, era un renunciante que se había entregado a la vida religiosa. Entonces, Sakyamuni profundamente conmovido, resolvió abandonar su hogar y llevar la misma vida de aquel hombre con el firme propósito de averiguar cuál era la causa de todo sufrimiento, enfermedad, vejez y muerte. La leyenda que refiere las cuatro salidas fuera del palacio expresa de forma simbólica el proceso de despertar a las 4 santas verdades que más adelante estudiaremos. Como quiera que sea, Sakyamuni había descubierto el dolor y el sufrimiento de su pueblo. Y sabiendo que la fuerza militar nunca puede brindar una solución duradera al problema de los sufrimientos humanos, no intentó ayudar a su pueblo mediante el recurso de las armas, sino que echó a andar por un camino que según él esperaba conduciría a la verdadera Liberación. Antes que convertirse en un rey que ejerce poder político en el mundo temporal decidió convertirse en un rey filósofo en el ámbito metafísico y solucionar la causa de todo sufrimiento. Así, después de las cuatro señales, Sakyamuni, siguiendo las costumbres de su época pero muy prontamente, inició su andadura espiritual siguiendo las órdenes que procedían del lugar más íntimo y profundo de su Ser. Una noche, acompañado de su cochero salió del palacio, cuando ya lejos de ahí, se despidió de su sirviente y amigo y cuenta que su caballo murió a los pocos días de pena por la separación de Gautama, su amo. Siddharta cambió sus lujosas ropas por otras más humildes y cortándose los cabellos, empezó a caminar hacia el bosque, en busca de la Verdad. LA VIDA RELIGIOSA EN EL BOSQUEEn aquellos días, el Brahmanismo estaba siendo cuestionado y había multitud de sectas y escuelas de todos los gustos, en las cuales cada una comulgaba su especial manera para liberarse del dolor de este mundo. Había sobre todo unos nuevos pensadores que aportaban prácticas religiosas basadas en sus diferentes filosofías y repudiaban deliberadamente a la tradición, llevando esas prácticas a un ascetismo extremo como sentarse desnudos al Sol en pleno calor, comer sólo hierbas silvestres, etc. Eran aquellos tiempos estas gentes, puros contestatarios como en la actualidad pudieran ser los «hippies», sólo que ellos eran mucho más drásticos. Siddharta aprendió pronto que el mundo estaba repleto de infinidad de religiones. En aquellos tiempos existían dos ermitaños Brahmanes al pie de un monte y Sakyamuni decidió ponerse bajo sus enseñanzas. Los sabios eremitas orientales eran considerados como personas con gran sabiduría y poder. Capaces de colar por los aires a gran velocidad, andar sobre las aguas y otras inusitadas hazañas. Estos eremitas eran considerados como grandes autoridades en los temas religiosos y metafísicos. Por lo cual, Sakyamuni les eligió como maestros. Aquí, entró de lleno en la práctica del yogaque es la que caracteriza a la tercera fase de la vida de cualquier oriental: conseguir la concentración mental, la introspección en el propio ser interno, y la verdadera emancipación del cuerpo a través del control psíquico. El yoga en aquellos tiempos se le consideraba como un medio para liberarse de los sufrimientos inherentes a la condición humana. Aquellos eremitas le enseñaron disciplinas de meditación que luego quedaron impresas en la práctica del budismo. Como decíamos, estos estados de concentración quedaron luego incorporados en los métodos budhistas de meditación y disciplina, pero dentro de las diez etapas de progreso a Buddha ocupaban los pasos más inferiores, pues estas meditaciones no conducen al sosiego de las pasiones ni a la cesación, a la tranquilidad, al supremo despertar o a la liberación total, sino sólo a la esfera donde «nada existe». El objeto de la búsqueda de Sakyamuniera aquella clase de iluminación que pudiera liberar a la humanidad de los sufrimientos que entraña el ciclo de nacimientos y muertes. Al comprender que aquellos métodos no lo conducirían a la meta a que aspiraba, Sakyamuni los abandonó yse entregó a las prácticas ascéticas. LAS PRÁCTICAS ASCÉTICASSegún hemos comentado, Sakyamuni, convencido de que no lograría la iluminación a que aspiraba siguiendo los preceptos de los dos maestros yoguis, decidió entregarse a otras prácticas ascéticas. La tradición nos dice que estuvo de 6 a 10 años en el más puro ascetismo. Nos dicen las mismas fuentes que se fué a un bosque cerca de la aldea de Sena, el cual era un lugar de reunión de Brahmanes que habían abandonado a sus familias y estaban practicando austeridades. La práctica de austeridades, lo mismo que la meditación yoguica, era considerada como un método para alcanzar progreso espiritual y se recurría mucho a ella. Se creía que sometiendo el cuerpo a diversos métodos o procesos de mortificación y aprendiendo a soportar el dolor se podía alcanzar la liberación total del espíritu. Estas disciplinas fueron clasificadas en varias categorías: las relativas al control de la mente, la suspensión de la respiración, el ayuno total y una severa dieta. El ejercicio de suspender la respiración se considera uno de los más difíciles; primero uno se concentra en impedir que la respiración entre y salga a través de la nariz y la boca. Podría suponerse que esto conduce a una sofocación, pero cuando uno suspende los orificios nasales y boca, uno comienza a respirar por los oídos. Se afirma que esto provoca un fuerte zumbido en los oídos y dolores intolerables. En cuanto al ayuno, muchos desencarnaban en esta práctica. Sakyamuni creía como otros buscadores que si no experimentaba los sufrimientos y durezas de semejantes prácticas, no podía esperar un verdadero progreso espiritual. Cuando Sakyamuni recordaba aquel período de su vida, dijo, según se cita en los textos, que ningún braman pasado, presente o futuro había sufrido ni sufriría las severas auto-torturas que él se infligió y que sin embargo no le había permitido ganar la iluminación. Así, Gautama abandonó aquellas prácticas y decidió esforzarse a partir de entonces ni en un extremo ni el otro, pues comprendió el significado profundo del Camino del Medio. Rechaza este camino la vida que llevó en medio del lujo del palacio y la vida de severas prácticas ascéticas pues estas dos formas pertenecen al dualismo. El camino del medio es el equilibrio que nos conduce firmes hacia la liberación. LA ILUMINACIÓNDespués de practicar las más severas austeridades en su época sin alcanzar por ello la iluminación, Sakyamuni resolvió abandonó aquellas prácticas. Su primer paso fue procurar recuperar sus fuerzas tan gravemente dañadas por las privaciones sufridas. Según la leyenda, Gautama comenzó abañarse en el río para limpiarse toda suciedad que había acumulado su cuerpo y empezó a comer arroz y alimentarse mejor cada vez, hasta recuperarse totalmente. Con el firme propósitode encontrar la raíz de todo sufrimiento se sentó debajo de un Tipal o higuera hindú, decidiendo no levantarse de allí, aunque se le cayeran la piel y la carne hasta encontrar la solución, el encuentro con la realidad última de todas las cosas. LA TENTACIÓN DE MARADe manera que Sakyamuni tomó asiento sobre la esterilla a la sombra del árbol, resuelto a alcanzar la iluminación. Según las escrituras, Mara, que significa «El arrebatador de vida», que no es otro que el ego psicológico, elementos inhumanos que en nuestro interior cargamos existencia tras existencia. Mara, estaba alarmada ante la perspectiva de triunfo de Gautama, y dijo al futuro Buddha: «Consumido y pálido como estás, te hayas al borde de la muerte. Tienes sólo una posibilidad de sobrevivir entre mil. Deberías vivir, pues sólo estando vivo te será posible realizar buenas acciones...Pero todos tus esfuerzos actuales son vanos e inútiles pues el camino que conduce al verdadero Dharma es duro, penoso e inaccesible». Una y otra vez le habló Mara de esta manera, queriéndole desanimar, pero Gautama permaneció impasiblehasta vencer a lo que es llamado el demonio interno o las intimidaciones y resistencias del Ego. La iluminación se verificó al alba, con la proximidad del amanecer, el ojo de la sabiduría cobró sublime claridad y cuando comenzó a brillar la estrella de la mañana, Sakyamuni sintió que toda su vida se daba como es un estallido, y en un instante distinguió la realidad última de todas las cosas.En aquél momento se convirtió en un Buddha. Al anochecer, después de haber pasado por los cuatro estados de dhyana o intensa meditación. Alcanzó el primer grado: desapego de los sentidos, luego el segundo grado que se distingue por una completa concentración de la mente y una sensación de alegría. En el tercer grado se sumerge en la paz y serenidad sin límites, y en el cuarto grado alcanzó un estado de suprema pureza, más allá de todo sufrimiento o goce, de toda pena o alegría. Después de haber logrado completo dominio de los cuatro grados de dhyana se fue en busca del origen de todo sufrimiento. Y se dice que en esa noche, recordó su primera, segunda, tercera vida y así recordó miles de existencias en incontables aeones y conoció qué clase de muerte había tenido en una y otra, qué clase de vida, si feliz o apenada. Esto lo vio, lo experimentó vívidamente con el ojo de la sabiduría completamente abierto. Las enseñanzas del Buddha nos hablan de los seis reinos por los cuales el alma pasa de uno a otro hasta que no alcance la liberación final... Después, en la segunda fase de la noche, completó el mundo entero y vio la muerte y el renacimiento de todas las criaturas que nacían y morían según sus acciones acumuladas o karma. Aquellos seres cuyos actos eran pecaminosos pasaban a una esfera de miseria, aquellos cuyas acciones eran buenas, ganaban un lugar en el triple cielo. En este momento captó la ley del karma que gobierna el universo. En la tercera fase de la noche la verdad última: LAS 12 CAUSAS DEL ETERNO RETORNO. Son la verdadera causa; del origen de todo sufrimiento. Comprendió las cuatro Santas Verdades y la manera de permanecer por encima de la transitoriedad e impermanencia de todas las cosas que es el noble sendero octuple. Así Gautama, se convirtió en Buddha. Y todo lo que le aconteció en esa noche fue la base de toda su enseñanza a sus discípulos. Habiendo encontrado el origen de todo sufrimiento, se propuso difundirlo a todas las gentes receptivas en aquellos tiempos, gentes por otra parte muy avanzadas espiritualmente, capaces de alcanzar la iluminación momentáneamente simplemente por escuchar sus revelaciones de una forma clara y sencilla. A todas esas enseñanzas se les dio un nombre: La Rueda del Dharma o la Ley. Pues quien las lleva a cabo, conseguirá hacerse Uno con la Ley, con el Padre, estando más allá de nacimientos y muertes, de gozos y sufrimientos, sin egos, sin apegos, sin deseos. Alcanzando al fin la Beatitud, el estado del Buddha. Comentarios (2)
jesus said:
claus said:
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