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¡Ay! del hombre que se identifica con la Mente, porque pierde el Íntimo, y va a parar al abismo
Gnosis | VOPUS

Lo Absoluto y lo Relativo

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escrito por Franklin Ugas   

(ENSAYO)

INTRODUCCIÓN

Buddha- La Talidad y el Vacío Iluminador

Eliminando los factores de la intranquilidad, lograremos la plena tranquilidad. Sólo el corazón tranquilo puede llegar a la iluminación y a la omnisciencia.

Cuando el Bodhisattva llega a la iluminación, se prepara para la omnisciencia.

No es posible llegar a la omnisciencia si antes no se ha aprendido a vivir entre LO ABSOLUTO y LO RELATIVO, entre LO INMUTABLE y LO MUTABLE.

Aquellos que han pasado más allá del Vacío Iluminador y de la relatividad de la vida, experimentan eso que se llama TALIDAD.

La TALIDAD es la Gran Realidad de la vida libre en su movimiento. Sólo quienes pueden experimentar –a voluntad– la TALIDAD, reciben el don de la omnisciencia (el conocimiento absoluto).

Nadie podría llegar a la omnisciencia sin haber logrado la verdadera realidad del corazón tranquilo...

La Gran Aniquilación Budista es urgente, necesaria, impostergable. Necesitamos morir en todos los niveles de la mente y pasar más allá del Vacío Iluminador y de la relatividad existencial del Universo.

Judith-Holofern- Los agregados psíquicos

Se hace impostergable realizar, dentro de sí mismos, eso que se llama TALIDAD.

La TALIDAD es la Gran Realidad, más allá de la perversidad y de la santidad.

Entre el seno de la TALIDAD, más allá de la perversidad y de la santidad, jamás podrían existir los santos. En la TALIDAD no hay nada que pueda llamarse SANTO.

La Gran Realidad es la Gran Realidad, la TALIDAD. Los santos y los perversos giran dentro de la Rueda del Samsara y por ello están muy lejos de la TALIDAD.

Empero debemos tener mucho cuidado con los agregados psíquicos de los auto-méritos.

El agregado psíquico de los auto-méritos nos hace nacer en los cielos o en la tierra nuevamente. El agregado psíquico del auto-mérito nos aleja de la Talidad.

Nosotros jamás tenemos méritos reales, porque quien realiza toda obra verdadera es el Padre.

El primer principio de la Doctrina Gnóstica es la TALIDAD o GRAN REALIDAD.

El Cristo Íntimo debe destruir en nosotros el agregado psíquico del auto-mérito para llevarnos a la TALIDAD”...

SAMAEL AUN WEOR, “Pistis Sophia” develada.

DESARROLLO DEL TEMA

Hablemos ahora de PARAMARTHA. Los Yogascharyas interpretan este término sánscrito a su modo; opinan que eso depende de otras cosas, o sea, de PARATANTRA. Cada cual es libre de pensar como quiera.

Los MADHYAMIKAS dicen, enfáticamente, que PARAMARTHA está limitado exclusivamente a PARANISHPANNA, o perfección absoluta.

Es incuestionable que los primeros creen y sostienen que en este Valle del Samsara sólo existe SAMVRITI-SATYA, la verdad relativa; es indubitable que los segundos enseñan la existencia de RAMARTHASATYA, la verdad absoluta”.

SAMAEL AUN WEOR, “Mi Regreso al Tíbet”, Capítulo 25.

La Perfección del sol- Lo Absoluto y Lo Relativo

“ABSOLUTO” y “RELATIVO” son dos términos que en el mundo oriental y en el occidental han suscitado terribles controversias intelectuales, arduas polémicas que finalmente no concluyen en nada, excepto crear bandos irreconciliables. Y es que, tal como señala el V.M. Samael Aun Weor en su libro “La Gran Rebelión”, “dos mentes, severamente disciplinadas dentro de férreas estructuras intelectuales, discutiendo entre sí o polemizando sobre tal o cual realidad, creen cada una en la exactitud de su propio concepto y en la falsedad del concepto ajeno”. Y luego pregunta el Maestro: “¿Cuál de ellas tiene la razón?, ¿quién podría, honradamente, dar garantías en uno y otro caso?, ¿en cuál de ellas el concepto y la realidad resultan iguales?

El hecho es que, a causa de las opiniones encontradas, el mundo está dividido en dos grandes grupos: los materialistas y los espiritualistas (véase conferencia del V.M. Samael titulada “Espiritualismo, Materialismo y Dialéctica”).

Para los secuaces del materialismo dialéctico todo es relativo, y en base a esta premisa de Lógica Formal afirman que “nada puede trascender esa misma relatividad”, que “lo absoluto es inexistente”, mientras que en el terreno del espiritualismo, con sus diversas formas, los jerarcas establecen “dogmas de fe” que deben ser aceptados en calidad de “verdades absolutas” e incluso “indiscutibles”, so pena de “excomunión”.

Triangulo impossible- la apertura de la Mente Interior

Curiosamente, y dentro del espiritualismo de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, las organizaciones pseudo-esoteristas también han implantado dogmas con carácter “absoluto”, determinante y concluyente, como es el caso del dogma de la evolución, copiado del cientificismo materialista y trasplantado a las doctrinas que tratan del posible desarrollo interior del hombre.

En ese intrincado laberinto de las opiniones, tanto los de la izquierda o materialistas como los de la derecha o espiritualistas son creyentes y hasta empíricos, pero nunca científicos o conocedores por experiencia directa de lo que con tanto “rigor lógico” plantean.

La Gnosis de todos los tiempos, esa que siempre ha enseñado cómo lograr la apertura de la Mente Interior para poder pensar con verdadera libertad, sin dogmatismos de ninguna especie afirma que “lo Absoluto sí existe” y que “él es la causa-causorum u origen real de la gran maquinaria de la relatividad, es decir, del Infinito Universo con sus diferentes dimensiones y la variada gama de fenómenos que en él se procesan”.

La Tercera Fuerza transciende lo dual y relativo

Los orientales llaman “Paratantra” al mundo fenoménico donde todo es dual y relativo, sometido a cambios o transformaciones incesantes, pero lo que comúnmente ignora el pensamiento religioso y científico es que además de esa dualidad mecánica existe una tercera fuerza que reconcilia a los contrarios, esto es: una tercera fuerza neutralizante que nos permite llegar a la comprensión del “sí” y del “no”, del día y de la noche, de la luz y de las tinieblas, de la vida y de la muerte, de Dios y el Diablo, etc., hasta llegar por esa vía a la raíz misma, a las causas primeras del dualismo.

Esta tercera fuerza, a la cual nos estamos refiriendo, es el “TAO”, es la Conciencia Superlativa del Ser, el Centro de un Círculo Mágico desde donde podemos evadir las confrontaciones lógicas de la derecha e izquierda del Péndulo mediante la comprensión.

Utilizando las capacidades investigativas de su propio Ser, el Maestro Samael Aun Weor escudriñó en los viejos textos secretos de la sabiduría oriental y en su obra “Mi Regreso al Tíbet” nos dice lo siguiente (Capítulo 1, “Las Siete Eternidades”):

“El Espacio Abstracto Absoluto es la causa-causorum de todo lo que es, ha sido y será. El Espacio profundo y dichoso es, ciertamente, la Incomprensible Seidad, la mística raíz inefable de los siete cosmos, el origen misterioso de todo eso que conocemos como Espíritu, Materia, universos, soles, mundos, etc. Eso, lo Divinal, el Espacio de la Felicidad, es una tremenda realidad más allá del Universo y de los Dioses”... “Aquello no tiene dimensión alguna y en verdad es lo que es, lo que siempre ha sido y lo que siempre será; es la vida que palpita intensamente en cada átomo y en cada Sol”...

 

El Absoluto– raíz del Espíritu y de la Materia

Prosigue el V.M. Samael su escrito diciéndonos que

“Aquello –el Absoluto– es la raíz del Espíritu y de la Materia, más no es lo uno ni lo otro. Aquello trasciende las leyes de Número, Medida y Peso, lado por lado, cantidad, cualidad, adelante, atrás, arriba, abajo, etc. Aquello es eso que tiene realidad más allá del pensamiento, del verbo y del acto; Aquello no es del Tiempo y está más allá del silencio y del sonido y de los oídos para percibirlo; Aquello es lo Inmutable en profunda abstracción divinal, luz que jamás ha sido creada por ningún Dios ni por ningún Hombre; Aquello es eso que no tiene nombre”

Más adelante el Maestro explica cuál es “la primera diferenciación o modificación de Aquello ante lo cual tiemblan los Dioses y los Hombres”, y nos habla del “Gran Océano del Espíritu, de Brahma”, aclarando que “Brahma es Espíritu, pero Aquello, el Inmanifestado, no es Espíritu sino Luz Increada”.

Así, pues, dialécticamente el Maestro Samael nos va haciendo inteligible este tema de lo Absoluto y lo Relativo, de gran importancia para los objetivos que buscamos los estudiantes de la Gnosis, pues en el ambiente cultural-espiritual de la época moderna existe un peligro psicológico que radica en el criterio –muy difundido, por cierto– según el cual “no es posible llegar al conocimiento absoluto ni mucho menos a la perfección absoluta, total, radical y definitiva”.

Existe una Vía Directa que nos lleva de regreso hacia el Absoluto

La influencia nefasta de ese modo absurdo de pensar, aún no ha sido debidamente sopesada. Sin embargo es contradictoria la actitud de los intelectuales, ya religiosos o ya científicos, porque supuestamente lo que se busca siempre con la educación y con los sistemas religiosos es lo que ellos mismos denominan “la excelencia”, o sea la perfectibilidad del género humano y sus ejecutorias.

Los teólogos occidentales, por ejemplo, lamentablemente se han embotellado en el dogma de la predestinación, según el cual y por vía de creencia queda aceptada la posibilidad de una “santidad” o “perfección absoluta” de ciertos personajes elegidos o escogidos “a priori” por el Buen Dios. Entre tanto, por su lado, las multitudes se acogen a aquello de “genio y figura hasta la sepultura”, expresado en el refranero español, o bien justifican sus defectos psicológicos con la frase “errar es humano”...

“No existe en las corrientes gnósticas el dogma de la predestinación. El gnóstico serio –enfatiza el V.M. Samael Aun Weor– es un elegido a posteriori”, vale decir, es un auto-elegido. Sobre el punto hay una frase que a la letra dice: “Dios no tiene hijos preferidos, Dios es el preferido de alguno de sus hijos”.

Hace falta mucho estudio reflexivo y mucho refinamiento psicológico y espiritual, real y consciente, para poder entender que existe una Vía Directa que nos lleva de regreso hacia el Absoluto.

Véase que, no obstante, las gentes siempre buscan la estabilidad, anhelan lo imperecedero, lo que tenga continuidad, porque –quiérase o no– tanta relatividad causa desasosiego en el ignorante, mientras que el gnóstico o conocedor se empeña en trascender lo Relativo con el propósito de afianzarse en lo Absoluto.

Lo Absoluto y lo Relativo
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Comentarios (1)add comment

CARMEN DIAZ GONZALES said:

 
GRAN SINTESIS, Y GRAN SER, PARA UN PUEVLO QUE NO NOS HEMOS ENTERADO DE APENAS NADA, Y HA LOS HECHOS ME REMITO.
February 27, 2013

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